TU CUERPO CONTIENE TODOS LOS ELEMENTOS Y RECURSOS NECESARIOS PARA SANARSE A SÍ MISMO
TU CUERPO CONTIENE TODOS LOS ELEMENTOS Y RECURSOS NECESARIOS PARA SANARSE A SÍ MISMO
Tu cuerpo está diseñado para preservar la salud. Él sabe cómo curarse a sí mismo. Él entiende que en su interior existe una sabiduría inherente que todo lo sabe. Una inteligencia en cada una de sus células que mantiene el equilibrio de tu cuerpo. Cuando aparece una situación de desequilibrio esta fuerza curativa se pone en marcha para recuperar la armonía de tu organismo y que éste pueda llevar a cabo sus funciones sin obstáculos. El poder curativo de tu cuerpo no únicamente se ciñe al sistema inmunológico y sus anticuerpos sino que cuenta con un arsenal terapéutico dentro de sí. Por decirlo de alguna forma, eres una farmacia ambulante. Todas las células, tejidos, órganos y sistemas de tu cuerpo están interconectados entre sí e interactúan y colaboran unos con otros dentro de un orden implicado. Dispones de un dispensario compuesto de sustancias encargadas de mantener, defender y regenerar todo el organismo.
DE QUÉ SUSTANCIAS ESTÁ PROVISTO TU CUERPO
1. Anti-inflamatorios como los corticoides, que se generan en tus glándulas suprarrenales.
2. Analgésicos para calmar el dolor, las endorfinas.
3. Cicatrizantes, algunas proteínas de tu piel
4. Filtros solares, como la melanina que protege tu piel del sol
5. Antibióticos, como la lisozima en tu saliva, la demicidina en tu sudor o la transferrina de tu sangre (transporta hierro a todas las zonas de tu cuerpo)
6. Antihemorrágicos, como el fibrinógeno (proteína producida por tu hígado que ayuda a detener el sangrado al favorecer la formación de coágulos de sangre).
7. Antisépticos, como el ácido clorhídrico en tu estómago (descompone los alimentos y protege tu cuerpo de enfermedades matando patógenos que puedes ingerir a través de algún alimento) y el PH ácido de la orina.
8. Antioxidantes, como la enzima catalasa (crea una reacción rápida en contra de los radicales libres del peróxido de hidrógeno, convirtiéndolos en agua y oxígeno)y el ácido úrico.
9. Hormonas que aumentan los niveles de glucosa en tu sangre (glucagón) o bien los disminuyen (insulina).
10. Estimulantes cardíacos (adrenalina).
11. Laxantes, como los ácidos de la bilis que disuelven las grasas en tu duodeno.
12. Vasodilatadores, como el óxido nítrico considerado como el vasodilatador endógeno más importante que aporta más sangre, nutrientes y oxígeno a tus tejidos.
13. La piel y las mucosas que además de ser excelentes barreras físicas también producen sustancias curativas.
14. Hormonas y enzimas que intervienen en diversas reacciones de tu metabolismo acelerando o retardando procesos.
CÓMO TE AYUDA LA REFLEXOLOGÍA
La Reflexología te aporta relajación y bienestar. Al relajarte disminuye tu ritmo cardíaco y tu presión arterial. Se regula tu respiración, dando lugar a una mayor oxigenación de tus células y tu cerebro.
Se reduce tu tensión muscular, el nivel de sustancias implicadas en la ansiedad. Potencia y mejora el funcionamiento de tu sistema inmunológico ayudando a tu organismo a protegerse y combatir cualquier elemento extraño y ajeno a él (bacterias, virus, alérgenos) que lo esté invadiendo. Te ayuda a reducir los niveles de colesterol y grasas en la sangre. Contribuye a alcanzar un estado de descanso profundo. Te conduce a un estado de relajación y claridad mental propiciando la concentración y la capacidad de aprendizaje Contribuye a generar pensamientos y creencias positivos aumentando tu sensación de seguridad y autoconfianza. Aplicar técnicas de Relajación de manera constante y de forma continuada en el tiempo, tienen un efecto preventivo y terapéutico importante. La Reflexología reduce tu estrés y te libera tanto física como emocionalmente. Regula y equilibra tu función gastrointestinal, promoviendo y favoreciendo el movimiento peristáltico para la buena digestión de los alimentos ingeridos y la excreción de los desechos Favorece tu circulación sanguínea y linfática. Te ayuda a limpiar tu organismo de toxinas y mejora el funcionamiento de tus riñones.